La primera expone en sus vitrinas bellos ejemplos de encajes canarios (calados, rosetas, punto de aguja, malla, frivolité, bolillos, etc.); tejidos de lino, lana y seda (hoy prácticamente olvidados); bordados en punto de matiz, realce, «richelieu», etc.; labores, todas ellas, heredadas de un pasado floreciente. Conjuntamente se exponen trabajos textiles del resto de España, sobresaliendo los bordados castellanos y los encajes andaluces y gallegos.
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