Era la rosetera más longeva de la Isla, y entre las numerosas distinciones que tenía en su haber destaca el Premio Tenerife Rural
El Cabildo de Tenerife lamenta el fallecimiento en el día de ayer jueves de la artesana Clara Cano Quijada, a los 92 años de edad. Era la rosetera más longeva de la Isla, y su buen hacer en este oficio la hizo merecedora de numerosas distinciones, como la del Premio Tenerife Rural a la «Conservación del Patrimonio Agrario y de las Tradiciones Rurales», que le concedió en 2010 la Corporación insular tras la propuesta del Ayuntamiento; así como el reconocimiento a toda una vida dedicada a la Artesanía que se le concedió en el año 2011 con motivo del Día Insular de la Artesanía.
El vicepresidente económico, Efraín Medina, ha manifestado su pesar por esta pérdida, y ha señalado que “se nos ha dio Doña Clara, un trozo de nuestro patrimonio; pero seguirenos luchado, mucho más si cabe, por conseguir que la roseta sea Bien de de Interés Cultural, como era su deseo. No descasaremos en nuestro empeño”.
Clara Cano Quijada, natural de Vilaflor, fue siempre reconocida como un referente de la artesanía textil en la Isla. Comenzó desde niña a elaborar encajes, rosetas y macramé, y ya nuca dejó de hacerlo. Su presencia en las ferias de artesanía de las islas y fuera de ellas), era imprescindible en cualquier evento en el que estuviera representada la artesanía textil de Tenerife.
Por este motivo, Efraín Medina lamenta, profundamente, su marcha, y traslada a su familia y a todos los que compartieron con ella sus vidas, sus más sinceras condolencias.